-Madrilear.
-Chasquear los dedos por la calle.
-Abrir el corazón sin prisas ni miedos.
-Comernos a versos.
-Fumar de madrugada.
-Café solo, a todas horas.
–Musa, Moca y Cigarros.
-Sabina y su voz rasgada.
-Cantar a pleno pulmón en la ducha.
-Los días de inspiración.
–Besayunar.
-El chocolate.
-Tu cuerpo.
-El chocolate sobre tu cuerpo.
-Escribir sin pensar.
-Los días de frustración.
–Un atardecer en el templo de Debod.
-Picnic con el horizonte.
-Un musical en primera fila y cantar con las actrices.
-Voz rocosa.
-La muerte del dolor.
-Querer hacer el amor.
-Zurcir la cicatriz a base de polvos.
-El corazón sobre la razón.
-Diferencia, arte, feminismo.
-Vestir de colores llamativos.
-Boina francesa desafiando a la gravedad.
-El pelo revuelto, anárquico, caótico.
-No ser una oveja más del montón.
-Vivir «hoy» por si es mi último día.
-El amor, el arte y el amor al arte.
-Reggae de Mishka.
–La esencia de la Bohemia pura.
-Y tú.
© Sara Levesque 2017