Dame tú la respuesta

Dame tú la respuesta

¿Por qué estoy tan triste, si ya se me ha presentado la solución?

¿Por qué me vuelve a invadir el mismo miedo de Adicción a la ficción si se supone que he aprendido la lección?

¿Por qué me hundo en lágrimas eternas sin que tú te des ni cuenta y me dejo ahogar entre el terror?

¿Por qué tengo la pavorosa sensación de que esperarte es un error?

¿Por qué me asusta que deje pasar demasiado tiempo antes de confesarte que te anhelo en mi interior?

¿Por qué temo que no hayas olvidado a tu narrador?

¿Por qué me paraliza el creer que se me pueda adelantar alguien antes de revelarte mis sentimientos con valor?

No tengo respuestas para ninguna de estas preguntas de razonamiento torpón. Solo sé que, si no quiero volver a alquilar una habitación en el edificio de la indecisión, debo abrazar tu mirada de color dulzón, sujetarte las manos con todo mi Amor y entregarte a besos mi Corazón. Así podrás decidir si lo deseas junto al tuyo o prefieres apartarlo con un estruendoso empellón.

© Sara Levesque 2021

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